miércoles, 22 de mayo de 2013

El secreto que amo de los hombres

Son humanos.

Sus corazones laten violentamente tratando de estar a la altura de un ideal.

Tendemos a creer que somos una especie diferente, pero la verdad es que no lo somos.

Y no hablo en nombre de todos los hombres y desde la perspectiva de las mujeres, hablo sólo de la mía. En mi práctica de coaching, he encontrado hombres atascándose a través de lo que puede ser una agotadora auto-exploración y un profundo cambio, a veces, mientras la vulnerabilidad se convierte en la norma para nuestras sesiones.

Los hombres pueden cambiar.

Cuando ellos desean la verdadera felicidad y el bienestar, se comprometen (y se aferran a eso) hasta que los resultados se muestran en sus vidas.

Una vez que un hombre cambia, algunas mujeres no saben qué hacer con el hombre al que han estado arengando desde hace años. El hombre está preparado para comunicarse y trabajar en equipo, sin embargo, la mujer quiere volverlo a su zona de confort. En estos casos, la mujer siente que es algo que se le debe, una cuenta que nunca podrá ser saldada, he sido testigo de relaciones terminadas a raíz de esto.

El cumplimiento, el respeto y la paz interior se vuelven más importantes y las mujeres que comparten ese objetivo son las que van a aparecer en la vida de esos hombres solteros.

Mis clientes me han enseñado mucho, al igual que los hombres alrededor de mi vida; me han enseñado que quieren ser comprendidos, respetados y amados.

A los hombres les gusta arreglar -están orientados a soluciones y son fuertes. Están equipados con un deseo innato de ayudar y, sin embargo, muchas veces son avergonzados por hacer algo que es natural.

Por lo tanto, algunos hombres dejan de arreglar, en vez de ello se esconden, retroceden o hacen como si nada estuviese mal.

Malditos si lo hacen, malditos si no lo hacen.

Algunos hombres tienen una necesidad de ser un dechado de "perfección" ante el mundo, ser "el hombre." El peso de ese mundo les ahoga, porque no hay verdadera recompensa por sostener tal carga; la realización no viene por estar a la altura de las expectativas.

He encontrado que están más lastimados de lo que demuestran cuando defraudan a alguien, por lo que algunos dejan de tratar -o no lo hacen- en un esfuerzo por evitar una posible pena de no ser suficiente.

La perfección es un lugar doloroso para vivir, lleno del miedo y la ansiedad por las posibles críticas o el fracaso de ser un hombre. Esto puede ser un extremo, pero los temores pueden mantener a un hombre en un patrón que destruye su capacidad de confiar en sí mismo para crear felicidad futura.

Se dice que el miedo y el dolor son conductores, pero en realidad lo que hacen es avivar la actividad sin tener nada que ver con los verdaderos deseos del corazón y el alma. El dolor no vive en el corazón y el alma... el amor, la creatividad, la pasión, el entusiasmo y la audacia viven allí. Los hombres pueden reconocer el dolor, pero pueden cubrirlo rápidamente diciendo cómo eso generó una aventura, la realidad es que son palabras destinadas a bloquear la vulnerabilidad. A muchos se les enseña que deben asumir responsabilidades y siempre demostrar fortaleza.

Excepto que la definición de fuerza es un poco confuso. La fuerza no es el ego, ni puede inflarse, son palabras huecas que suenan bien, suenan a competencia o a perjudicar a alguno.

Fuerza es llegar a conocerse a sí mismo, jugándose con respeto por el propio significado real, la vulnerabilidad de admitir grietas en la armadura y estar allí por su pareja.

Los hombres fuertes saben que la vulnerabilidad es la clave de su alma.

Escuchan, participan, se conectan con la intimidad, son juguetones, lloran, hablan y tienen temores -pero aparecen igual enfrentando las dificultades- porque para ellos negar u ocultar es ser un contenedor de remordimiento.

Los hombres son golpeados tanto como las mujeres, tal vez más, cuando se trata de ser considerados malos, equivocados o que no valen la pena.

Así que ¿por qué uno querría ser vulnerable?

Pues bien, desde mi punto de vista, frena de ataques al corazón, a la soledad y al estrés.

Las relaciones nos enseñan más cosas de las que uno aprende estando solo, ser una persona solitaria es una manera fácil de salir de la vulnerabilidad. Cuando usted es invulnerable, atrae exactamente lo mismo hacia usted, lo que crea una relación de lucha.

Si el hombre es invulnerable, una mujer vulnerable, tarde o temprano se da cuenta que el retorno de la inversión es a costa de ella, así que ella va a buscar a un hombre que sea lo suficientemente fuerte como para ser vulnerable. Si querés una buena mujer, la vulnerabilidad es tu verdadera fuerza ... aparezca vistiendo nada más que eso y ella le amará para siempre.

Es un regalo para los hombres el ser escuchados. No juzgue. Déjelo hablar y hablar hasta que empiece a abrirse, hasta que toque la vulnerabilidad y no haya nada que temer en lo que se dice -de que nadie será abandonado o ridiculizado.

La confianza nace de la expresión de lo que es verdad para él, no importa si accidentalmente lastima o es difícil de escuchar. La confianza mantiene a un hombre creyendo que debe instalarse en la vida o hacer lo mejor de una vida que no quiere. Veo que los hombres, con la misma frecuencia que las mujeres, se inventan cuentos, porque tienen miedo, también.

Y el miedo es parte de la experiencia humana.

Cuando un hombre admite que tiene miedo a cualquiera, se nota que tiene más pelotas que un tipo que puede levantar en press de banca a un elefante. La mitad de la batalla está ganada al decirlo y la otra mitad implica tomar medidas, que lo sacan de su zona de confort .

En cristiano, la verdadera valentía es la fuerza del corazón.

Para los hombres más que las mujeres, deben desprenderse del resultado o el miedo al fracaso, la vulnerabilidad es una forma de vida, es el objetivo.

Los hombres quieren complacer. Ellos son suficientes.

Siempre. Aun cuando usted no consiga lo que quiere, e incluso cuando fracasan.

Dígale al hombre en su vida que es suficiente, tal como es ... no es diferente, no es peor, no es mejor. Nadie está errado, así que no lo vuelvas errado.

Comparta. Sea honesta. Nada de estrategias, manipulación o tratar de conseguir lo que quiere.

Pregúntele a su hombre para escuchar. Hable desde el corazón. Haga preguntas abiertas, que requieren una respuesta real, que usted debe prometer no tomarla personalmente. Nadie necesita aniquilar a propósito al otro, no hay correcto ni incorrecto, sólo dos personas diferentes.

Observe como empieza a florecer la intimidad, la fuerza y la confianza toman fuerza -y trae la felicidad, el amor incondicional y un vínculo profundo.

Los hombres quieren esto tanto como usted... sólo que pueden tener un camino más largo hacia el mismo destino.


Artículo escrito por Tracy Crossley traducido del original en inglés.


1 comentario:

  1. A veces pienso y recuerdo: que dificil debe ser para los hombres (de género y de elección) despojarse de todos los roles y espectativas que esta sociedad patriarcal gusta cargar en ellos. Debe ser doloroso, y sobre todo solitario...

    ResponderEliminar

Todos los comentarios son bienvenidos, aunque están sujetos a remoción en caso de que así lo considere necesario.

Flotante